En el tiempo flotas, en mi tiempo. En los ratos que me quedan acordándome de ti. En las tardes que te presentas en mi recuerdo. En las noches que espero cualquier milagro por tu parte.
Me falla la memoria recordando tus caricias. Esas a las que me resistí. Durante algún tiempo hice como si nada hubiera pasado. Luego el orgullo y mi forma de entender la vida casi me hacen borrarlo todo.
Dicen que en esto de querer siempre existe admiración. Y créeme que no conozco a persona alguna con tu coraje, con tu valentía. Por eso en ocasiones regreso, aunque no te lo diga. Lo pasé bien. Y diría que tú también.
La gente habla de belleza sin saber nada de ella. Estereotipos. Creen que va de curvas. Pero va de autenticidad. La belleza puede estar en una conversación o en cómo se afronta la vida.
No sé. Supongo que a veces te echo de menos. Y que existe en mí cierta nostalgia de lo que no dejamos que pasara. Diría que te descubrí tarde. Pero no es eso. Es solo que la existencia es así.
No eres una persona más en este mundo. No lo es quien hace por mejorarlo. Quien se revela, quien rema sin viento a favor. Eso te hace única. Que no te hagan dudar jamás de ti misma.
Comienza el año y con él llegará la lluvia. No es dolor. No hubo herida. Pero hay una marca invisible que percibo cuando te noto triste. Sé que se te pasará. Siempre lo hace. Y yo seguiré con mis asuntos.
Si las circunstancias hubieran sido otras. O el momento. O lo que sea… En otro plano tal vez las cosas habrían sido de otra manera. Alguna vez las imaginé. Y me quedaba un rato allí. Por si asomabas.
Ven algún día quieres, si así lo deseas, si existe deseo. O no. Que esto va de ser feliz. E igual lo eres. Espero que sí. Aunque, por si acaso, yo estaré justo a la distancia que te permita alcanzarme si huyes de todo.